Subscribe:

martes, 28 de enero de 2014

La Primera vez, mis primeras relaciones cinematosexuales.

Mi primer blog, mi primer post. 

Unos pensarán 'Ya tocaba, tanto machacar en facebook...' y otros 'Que me importa que este tipo tenga un blog..', pero ya lo dejo claro en la portada del mismo: A nadie le importará un comino, pero es mi comino. Asi que, vamos allá!

Algunos de los que me conocen ya saben que suelo archivar mis recuerdos a través del año en que se estrenaron las películas, asi que mi iniciación en este mundillo plagado de frikismo no podía ser diferente. 

 Os hablaré de las primeras experiencias que tuve dentro de un cine (por lo menos las que recuerdo, otra historia sería las domésticas, pero de eso ya hablaríamos otro día), y del primer cine al que recuerdo haber ido en mi vida.

Pineda de Mar. Invierno de 1989.

Seríamos unos 20 o 25 niños, de unos 5 o 6 años. Toda la clase de 1º de EGB se iba al cine durante toda la mañana, estabamos emocionados. Un sector por el simple hecho de cambiar una clase por una 'excursión' y el otro por ir al cine. Nos habían hablado de una peli dónde el protagonista era un aviador fantasma (por fecha y argumento a día de hoy sigo sin descubrir de que film se trataba) y claramente no se podía tratar de una de terror. Hacía frío, pero el cine estaba muy cerca de nuestro colegio. Si no recuerdo mal, en la misma calle, pero más arriba.


El 'Cinema Delfos' (C/Comptal nº6) era un cine de los que ya no existen, de los que tenían unos enormes escaparates dónde podías ver los enormes carteles de las películas acompañados de varias fotografías del film. 

Al entrar, en una pequeña ventanilla parecida a la taquilla de una estación de autobuses, una mujer iba rompiendo los tickets de cartón del interminable rollo (algunos días eran verdes y otros rojos) que por aquel entonces se daba como entrada. Antes de entrar a la inmensa y única sala, podías encontrar la máquina que te hacía las palomitas al son de la pegadiza y repetitiva canción (palomitas de maíz, nanoninananoni...).  

En la tienda de chucherías causaban furor las 'nubes' o los ositos de goma que se vendían por tiras, cada osito en su compartimento.






Estábamos listos, nuestra señorita Assumpta nos hizo entrar pasando por aquella cortina roja que separaba la luz exterior que a veces entraba por la puerta, para que no molestase una vez empezada la proyección (igualito que ahora vamos...). 

Al sentarnos, un señor muy educado nos dijo que por motivos técnicos no podríamos ver lo que nos habían prometido, imaginad el cabreo colectivo que se apoderó de la sala. Nos estaban jodiendo a nuestro aviador fantasma, del que tantas expectativas nos habíamos echo. 

En fin, ahora nos querían enchufar una sobre un niño que pedía un deseo y se hacía realidad. 'Por lo menos no estamos en clase, haciendo plastilina o dándole al punxó'.



Da comienzo la peli. Un par de amigos vecinos tienen unos walkie talkies para comunicarse a espaldas de sus padres y uno de ellos un videojuego con el que juega en una cosa  llamada ordenador! 'Madre mía! Yo quiero tener un vecino asi, ventana con ventana. Y un Walkie Talkie! Y ya que estamos, un videojuego de esos...' Putos americanos, como nos condicionaron ya desde la infancia.  Para rematar, van juntos al colegio cantando una pasada de canción!




Minutos después, Josh Baskin va con sus padres a una feria. Echa unas monedas en una máquina y pide un deseo: Ser mayor. El resto es historia y Tom Hanks. A estas alturas ya sabréis de la película de la que os estoy hablando.


Esa película nos hizo emocionarnos con tan solo pensar en ser mayores, pero al final, en uno de sus últimos planos... también nos hizo recapacitar (o por lo menos a mi) de que no tuviéramos mucha prisa en ello. Esta película fue una de mis primeras experiencias, descubrí a Tom Hanks (más tarde lo volví a hacer en casa con Socios y Sabuesos  o Esta Casa es una ruina), descubrí a Penny Marshall y sobretodo descubrí un modo de aprender y pasármelo bien.


Desde aquí, todo mi agradecimiento a mi abuelo, mi padre y mi madre, por llevarme al cine desde que era un renacuajo. Pero sobretodo, gracias al 'Cinema Delfos' por las aventuras que me dió. En él pude hacerme mayor (1989). Viajar en el tiempo con Marty y Doc (1989/1990). Volar con un chico de lo más especial (1986). Descubrir con John Dunbar  que los Indios no fueron los malos (1990), o que los payasos no siempre te hacen reír (1988). Fui testigo de las prácticas corruptas del agente Dennis Peck (1990). Moví la cabeza al ritmo de las canciones de Jerry Lee Lewis con los playbacks de Dennis Quaid (1989). Ví como padre e hijo intercambiaban sus cuerpos (1988) o cómo Mel Gibson parecía eternamente joven (1992).





Total, todo esto y mucho más es lo que podréis encontrar a partir de ahora en este blog. Críticas u opiniones, reviews de series, artículos sobre cine y televisión o crónicas de una mente enferma por el cine.






 Hola, mi nombre es Dídac y soy adicto al cine.

3 comentarios:

  1. Ponte un gadget de seguidores, capullo! =P

    Martial

    ResponderEliminar
  2. Hola, vengo en recomendación del amigo de "sangre hasta las rodillas" aunque con el dándole al punxó ya me habías ganado XD. Te sigo!

    ResponderEliminar